matrimonio y adopción

A partir de este punto, mi vertiente de izquierdas me hace recibir la noticia con satisfacción. Los homosexuales son personas, y como habitantes de este mundo, tienen todos los derechos del mundo a vivir la vida según su manera. Nadie debe entorpecer la felicidad de las personas, si ello consiste en formalizar su amor en un papel y, aún más importante, gozar de los privilegios administrativos, sociales o económicos de los que disfrutan actualmente las parejas heterosexuales. Dejando a parte si se debiera llamar matrimonio, ya que según los diccionarios un matrimonio es el que está formado por un hombre y una mujer, a parte de ser considerado como un sacramento de la santa, católica y apostólica iglesia, esta noticia es una ventana abierta que permite airear y ventilar las ideas anquilosadas y anticuadas que durante tanto tiempo han permanecido estancadas en nuestra sociedad.
Ahora, mi lado oscuro se preocupa por lo de la adopción. No pongo en duda la capacidad paternal o maternal de los homosexuales, pero sí las posibles repercusiones que el chaval o la chavala puedan sufrir. Y me baso en la experiencia de haber trabajado con niños y ver el día a día de los colegios en los que, en un gran porcentaje, el niño que rompe la tendencia es visto como una rara avis. Desde el niño que lleva gafas de culo de botella hasta el que juega con las niñas en el patio. No le pidas al matón de tu clase que abra su mente y discurra por unos cauces de liberalismo y progresismo. El niño que diga que tiene dos padres tiene un alto índice de probabalilidades que le llamen maricón un día y otro, que sea mal visto en las duchas del colegio o que nadie vaya a su fiesta de cumpleaños. Así hasta que las mentes se estabilicen. Así hasta que su entorno sea capaz de entender la necesidad de un mundo abierto. El trabajo del maestro no será suficiente, creedme. Aunque esto son suposiciones. Nunca se sabe qué puede pasar.
6 comentarios
manu -
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Borjamari, demagógicamente, intenta comparar la situación de los hijos de parejas con ciertas características físicas, "¿Deberíamos de prohibir tener hijos a las parejas gordas o miopes por aquello de los factores predisponentes hereditarios?.. lo digo por si luego acaban sufriendo en el colegio," con los "hijos" de las parejas homosexuales, a los que la pareja les arriesga voluntariamente a los sufrimientos que denuncia Manu.
A mi me parece correcta la igualdad de derechos de los homosexuales y su pleno derecho a tener su situación de pareja perfectamente legalizada, pero tener hijos (y adoptarlos es sinónimo de tenerlos) en su caso va contra natura, sin que ello signifique ninguna descalificación, simplemente un hecho natural.
Y todos los Borjamari del mundo unidos, podrán y si pueden deberan esforzarse por eliminarlas las desigualdades, las injusticias, los prejuicios, los hábitos del pasado decadente, pero lo que no podran es ir contra natura.
Y si van es para alimentar su ego progresista que les da mucho rollito.
Y luego está lo del matrimonio. Si el diccionario lo define de forma clara, concreta y breve como la unión de un hombre y de una mujer, ¿no podría haberse encontrado otra definición de su estado más ajustada a la realidad natural?.
Yo no soy racista, en todo caso soy clasista (algún día os explicaré la diferencia) y digo esto porque voy a poner un ejemplo que seguro que Borjamari el Demagogo lo cogería por las ramas. Si es cierto, que lo es, que los blancos y los negros tienen exactamente los mismos derechos, ¿por qué los blancos no se llaman negros y viceversa?.
Sencillamente porque sería ir contra natura.
Bueno, perdonadme el rollo y hasta otra. Me gusta mucho este foro
Marta -
manu -
Anónimo -
comparemos:
http://www.inteligencia-emocional.org/articulos/curarsederisa.htm
con
su última cosilla:
http://borjamari.blogspot.com/2004_10_01_borjamari_archive.html#109670077144814513
Chorche -