De momento, la única experiencia laboral que me proporciona frutos es la de acomodador del Liceo. Ayer subí al Sol -Villarroel 216, queridos amigos- para ejercer de colgador colgado y cobrar proporcionalmente mucho más en una hora que lo que la docencia, el teclado, un blog de notas o un reportaje podría hacerlo. Pero no desestimo en mis intentos. Ahí seguimos.
2 comentarios
Anónimo -
Alberto -