Indigesto
Cada día igual. Es despertarse y deprimirse. Caer en un agujero negro del que cuesta salir. Mirar Google News, La Vanguardia, escuchar la radio, etc. Que si Osetia del Norte, que si atentados en Israel, derribos en Palestina, secuestros en Irak, atentados en bazares, niños muertos, muros...Es una realidad de la cual no se puede salir. Es el mundo que hemos creado y al cual nos hemos de enfrentar. Cada mañana igual. Los desayunos se me indigestan. ¿Será bueno o será malo? Bush le lleva 11 puntos de ventaja a Kerry y siento que a este paso también se me indigestará la comida. Putin aprieta botones de asalto sin pensar en las consecuencias. La cena también se me indigesta. Sharon llama a sus pilotos de helicopteros por el móvil mientras yo acomodo a la alta burguesia de Barcelona. Mientras escribo aquí sentado, madres rusas y madres chechenas lloran y claman venganza por sus hijos. Al mismo tiempo en Nayaf, un fundamentalista chiíta se prepara un cinturón lleno de explosivos porque piensa que así logrará el paraíso. Bombas en aviones. Kamikazes, suicidas, terroristas globales, muerte, destrucción, irracionalidad...S.O.S!
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No le entendió en un principio. No asumió bien la notícia. Pero con el tiempo las cosas se enfrían. Las aguas se calman y vuelven a sus cauces. La reflexión hizo que llegara a la conclusiones que tal vez ella sí tenía auténticas razones para abandonarle. Le mandó un mensaje. Te entiendo. Cierto es que lo decía con la boca pequeña. Siempre quedaba algún que otro enigma que resolver o algún que otro temor que se cernía sobre su cabeza. Fuese como fuese, con el tiempo la boca se hacía más grande. Le entiendo. Lo único que le reprochaba eran las formas. La manera en que ella había llevado la situación. Podría haber tenido un poco más de cabeza. Tacto tal vez. Eso fue lo que falló en ella. ¡Pobre ignorante! No sabía en esos momentos que más tarde él haría lo mismo...
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El futuro del Cullberg Ballet sigue atado a un espléndido presente. ...No pensarán lo mismo mis queridos abonados del turno T -Tercera Edad-. Abucheos, mofas, bromas, conversaciones de palco a palco, abuelas indignadas y comentarios donde la construcción "puta mierda" es omitida por educación.
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No le entendió en un principio. No asumió bien la notícia. Pero con el tiempo las cosas se enfrían. Las aguas se calman y vuelven a sus cauces. La reflexión hizo que llegara a la conclusiones que tal vez ella sí tenía auténticas razones para abandonarle. Le mandó un mensaje. Te entiendo. Cierto es que lo decía con la boca pequeña. Siempre quedaba algún que otro enigma que resolver o algún que otro temor que se cernía sobre su cabeza. Fuese como fuese, con el tiempo la boca se hacía más grande. Le entiendo. Lo único que le reprochaba eran las formas. La manera en que ella había llevado la situación. Podría haber tenido un poco más de cabeza. Tacto tal vez. Eso fue lo que falló en ella. ¡Pobre ignorante! No sabía en esos momentos que más tarde él haría lo mismo...
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El futuro del Cullberg Ballet sigue atado a un espléndido presente. ...No pensarán lo mismo mis queridos abonados del turno T -Tercera Edad-. Abucheos, mofas, bromas, conversaciones de palco a palco, abuelas indignadas y comentarios donde la construcción "puta mierda" es omitida por educación.
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