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DESDE MI PLANTA

24!

24! Por fin! Después de tres meses tras la pista de un virus mortal, después de viajar hasta México para poder infiltrarse en la familia de uno de los grandes capos de la mafia colombiana, después de asistir a la conspiración de un traidor en contra de su patria, después de ser testigos de primera mano de las triquiñuelas de la administración de la Casa Blanca -un hombre honrado puede convertirse en un ser malvado y frívolo tras alcanzar el poder- y después de tiroteos, intrigas, historias de amor y dolores de barriga, ayer todo llegó a su fin. Un final feliz. Jack Bauer volvió a salvar a los Estados Unidos de otro holocausto terrible, después de otras 24 horas de trabajo "non stop" al mando de la unidad antiterrorista de la UAT.
24 es una serie de esas que enganchan desde el primer momento gracias a su ritmo frenético y constante. Ayer acabó la tercera temporada de esta producción de la FOX que ha encontrado bajo una fórmula sencilla un exito sorprendente. El agente Jack Bauer, interpretado por Kiefer Sutherland, y sus colaboradores disponen de 24 horas para salvar a la humanidad de los peligros que amenzan a su país. Por ello, es una carerra a contrarreloj en la que se alcanza un ritmo vertiginoso que no deja indiferente al espectador. Un ritmo que se contagia al que está enfrente de la pantalla y que le produce sentir el mismo agobio que los protagonistas y las mismas ganas de que exista un desenlace feliz cuanto más rápido mejor.
Así como en la primera entrega la familia Drazen amenazaba el porvenir de los americanos, y en la segunda, fundamentalistas árabes pretendían destruir la ciudad de Los Ángeles mediante una bomba atómica, en esta tercera parte Steve Sanders, un antiguo compañero de Bauer en Kosovo, intenta liberar once diales con un gas altamente letal. La razón, sus ansias de venganza por considerarse traicionado y abandonado por los Estados Unidos. Nótese, como rasgo negativo, las claras alusiones a los atentados del 11-S como a las armas de destrucción masiva que bien el mismo Bush podría estar buscando.
Al mismo tiempo, historias paralelas circulan al lado de la trama principal. Desde el camino que recorre un senador negro hasta convertirse en presidente de los Estados Unidos, pasando por historias sentimentaloides, hasta llegar a situaciones donde la ética y la moralidad se cuestionan para conseguir determinados objetivos.
Al final, no obstante, y después de encajar ciertos golpes y pérdidas aliadas, la cosa acaba bien. Aunque ello connleve la muerte de algún ser querido que otro o la carga de la resignación a aceptar cosas impensables -como sacrificar al jefe de la UAT para conseguir alcanzar el virus o convertirse en drogadicto para entrar en la familia colombiana-.
Como anécdota, un alivio para nuestros corazones. Después de enterrar a su mujer, de perder a infinidades de amigos y compañeros, de tener que matar a su jefe, de no dormir nada, de tener que cortarle la mano a su yerno, de que secuestren a su hija, de tener que soportar una presión que ni la del fondo del mar, al menos los guionistas nos dejan ver una milésima parte de la sensibilidad del aguerrido agente. Al final,después de conseguir su objetivo, el machote se pone a llorar. Pero nada, un ratillo, no mucho. Lo justo para demostrar que hasta el James Bond americano también tiene su corazoncito.

2 comentarios

manu -

En la tercera su hija trabaja en la UAT, enchufada claro. Y sí, Bauer tiene que salvar otra vez al mundo. Te doy la razón, tiene aspectos poco creíbles, pero bueno, ya se sabe de la ficción...
Lo del horario tb tienes razón. Es muy putas, para trabajadores y estudiantes. La suerte es tener Taller de prensa al dia siguiente...

joi -

a mi la primera temporada me pareció excelente. Pero con la segunda no pude más allá del tercer o cuarto capítulo. La encontré terriblemente fascista y poco creíble: ¿quién se cree que por segunda vez Bauer va a tener que arreglarlo todo en un día? ¿Y su familia, empezando por la estúpida de su hija? ¿Se puede ser más gafe? Vamos, hombre... De la tercera, programada en un horario contraindicado para trabajadores, ns/nc.