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DESDE MI PLANTA

Shrek

En uno de sus libros, "Gramática de la fantasía", Gianni Rodari nos da ejemplos e ideas para poder escribir nuestras propias historias, nuestros propios cuentos. De sus fórmulas, unas radicaban en el "qué pasaría si" o en "el mundo visto del revés". A partir de ahí, nuestra imaginación tiene un buen punto de anclaje para poder empezar a soltarse.
Tal vez haya sido esa línea de salida la que hayan marcado los guionistas o creadores de Shrek. Bien podría imaginarse uno a Ted Elliott y Terry Rossio, artífices de las dos películas, leyendo los capítulos del libro e inspirándose en una de las directrices que Rodari sugiere seguir.
¿Qué pasaría si en vez de el Principe encantador, fuera el Ogro malvado quien se llevara a la princesa? ¿Qué pasaría si en vez de que los personajes más dulces y maravillosos de apariencia no fueran los que transmitieran los típicos valores de amor, paz, libertad y verdad, y fueran los personajes que siempre han sido recluidos en la oscuridad quienes nos los dieran?
En Shrek ocurre esto, y de ahí su éxito. Su originalidad y transgresión son sus principales bazas, en un mundo en el que cada vez más los tópicos y típicos se desmoronan. Abajo con la cursilada de las hadas madrinas, fuera con la pedantería "Disney", a la hoguera el prototipo de caballero galán y valiente y princesa obediente y sumisa.
Tal vez, en épocas pasadas, donde la mujer era el ejemplo ideal de sumisión y donde el hombre era quien manejaba la sociedad, películas como "La cenicienta" o "Blancanieves" cumplían una función transmisora en la sociedad. Pero los tiempos cambian, y los roles también. La mujer se libera, se declara independiente y válida por sí misma. Ocupa un peso específico en la vida. Ya no se sienta a la espera de su principe azul o de su caballero de la mesa redonda.
Es curioso, por otra parte, que el hombre metrosexual, que cada vez más tiende a salir del armario, ya no vea reflejado su papel en este tipo de películas. Gana fuerza la imagen de antihéore, de ser imperfecto, de hombre patoso y en camino a la sumisión frente a la mujer.
En dos días, he visto las dos partes. A cual mejor. En las dos el amor acaba triunfando siempre. Pero de manera diferente. De manera en que los feos, los marginados y los excluídos también pueden ser felices y comer perdices. Se acabó con el elitismo y el apartheid. Bienvenidos a la realidad. ¿Quién sabe? Tal vez. en un futuro, y a base de este tipo de películas, los papeles se cambien. ¿Será la mujer quien salve al hombre? ¿Serán ellas las que den el primer paso?

5 comentarios

Biafra -

Si, Pablito, me chivaré a Moscú, no te preocupes.
Jajajajajajaj;)

Carmen_Vesania -

jajaja. Se agradece, Manu, se agradece, para qué nos vamos a engañar... tenía yo ganas!.
Un saludo. y gracias!!

Carmen_Vesania -

Me alegro de que Srek te devuelva el humor y estés dejando de estar espeso...

Y Biafra, en cuanto a los enlaces, o es muy vago para actualizar, o son de un elitista que no veas
;-P
jejejeje.

El Principito -

Biafra, chívate a la señu....

Biafra -

Saludos de un ex-compañero de la UPF que no comprende que enlaces al Fascio di combattimento y no lo haga a blog de un servidor.
;) Un abrazo